1.- Usa diseños basados en una cuadrícula. Las cuadrículas deben ser la estructura subyacente cualquier diseño, sobre todo a la hora de imprimir, ya que contribuyen a crear un diseño más limpio.
2.- Alineación. A la hora de elegir una alineación determinada para un diseño hay que ser coherente y no alinear cada texto de una forma diferente. Si por ejemplo alineas los pies de foto a la derecha, todos los pies de foto han de ser alineados a la derecha. En los cuerpos de texto la alineación a la derecha no suele funcionar.
3.- No limitarse al papel. A veces, es difícil encajar todo el texto en una página. La solución es salirse de ella. Todo el texto no tiene que estar dentro de las limitaciones de la página, puedes dejar que el flujo de texto exceda de la página siempre y cuando el mensaje siga siendo comprensible.
5.- Contrastes. La elección de un mal contraste puede hacer el texto ilegible. Encontrar el equilibrio perfecto para el cuerpo del texto es un reto, debe ser lo suficientemente fuerte como para ser visible, pero no tan fuerte como para convertirse en una distracción frente a otros elementos.
6.- Superposición de objetos. Aunque usemos una cuadrícula para determinar la ubicación de los elementos, una buena práctica que puede ayudarnos a dar atractivo a nuestro diseño es superponer algunos elementos de texto o gráficos.
7.- Variar, pero al mismo tiempo ser coherente. Cuando se hace un diseño de varias páginas puede haber variaciones en la maquetación, pero hay que mantener una consonancia con los colores fuentes, cuadrícula, tamaños y demás elementos en todas las páginas.
8.- Crear una armonía con los elementos gráficos. No hay que olvidar que la tipografía no es la única parte de la impresión, debe incluirse en el diseño de forma que llegue a fluir con fotografías y otros elementos gráficos.
9.- El resultado final debe ser interesante e intrigante. Debe incitar a la lectura y para ello podemos recurrir a diversas técnicas como, por ejemplo, utilizar colores para diferentes ítems en la jerarquía del trabajo, o repetir algún elemento o palabras para captar la atención.
10.- Respeta la jerarquía. La jerarquía es el término utilizado para describir la variación de los elementos tipográficos, tales como líneas y texto. Mediante el empleo de diferentes tamaños de tipografías e interlineados, se establece la jerarquía, que permite al lector reconocer y darle la importancia apropiada los distintos elementos de la página.
11.- Espacio en blanco: Nada es Todo. Un gran elemento de impresión es el vacío. El espacio en blanco proporciona una sensación de profesionalidad y minimalismo que incluso puede lograrse en composiciones complejas.
Fuente: webintenta.com
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